Hola, soy Maite, artista autodidacta. Pinto como forma de meditación, terapia y conexión con lo más auténtico de mí. Mi sello como artista nace de una experiencia traumática que viví y como una protesta contra los estigmas de la salud mental. Pinto sobre emociones profundas, luchas personales y la búsqueda constante de libertad.

Trabajo principalmente con óleo sobre madera o lienzo. Pinto lo que siento, lo que no siempre sé decir con palabras, lo que duele y lo que libera. Cada trazo es una forma de traducir lo invisible.

Los temas centrales de mi trabajo giran en torno a la identidad, la libertad y la sanación. A través de mi arte, busco cuestionar y romper las etiquetas que la sociedad impone sobre la salud mental, ofreciendo una mirada que abraza nuestra dualidad y complejidad. Mi intención es crear una experiencia emocional que resuene con quien la vea, que los lleve a confrontar partes escondidas de sí mismos y que los invite a conectar de forma auténtica con su mundo interior.

Mi arte es profundamente personal. Gran parte nace de mi identidad y de los retos mentales y sociales que he vivido: dismorfia corporal, bulimia, abusos, ansiedad, depresión y muchas otras batallas. Pintar me ayuda a procesarlo todo, a aceptarlo y a transformarlo en algo que pueda compartirse. A través del arte he aprendido a abrazar la dualidad: el día y la noche, el calor y el frío, la sangre y los colores brillantes. Todo coexiste, como en la vida.

Para mí, el arte es libertad: la libertad de ser quien realmente eres, sin miedo ni juicios. Cada pintura refleja esa aceptación de mi versión más verdadera. Dependiendo de cómo se mire, mi obra puede provocar alegría o terror, reflejando el mundo interno de quien la observa. Mi esperanza es que, al ver mi trabajo, cada persona pueda explorar su propia complejidad y encontrar, también, algo de aceptación en sí mismos.

Inglés:

Hi, I'm Maite, a self-taught artist. I paint as a form of meditation, therapy, and connection to the most authentic part of myself. My artistic voice was born from a traumatic experience and as a protest against the stigma surrounding mental health. I paint about deep emotions, personal struggles, and the ongoing search for freedom.

I mainly work with oil on wood or canvas. I paint what I feel—what I can’t always put into words, what hurts, and what sets me free. Every brushstroke is a way to translate the invisible.

The core themes of my work revolve around identity, freedom, and healing. Through my art, I aim to challenge and break the labels society places on mental health, offering a perspective that embraces our duality and complexity. My intention is to create an emotional experience that resonates with the viewer, encouraging them to confront hidden parts of themselves and connect more authentically with their inner world.

My art is deeply personal. Much of it comes from my own identity and the mental and social challenges I’ve faced—body dysmorphia, bulimia, abuse, anxiety, depression, and many other battles. Painting has helped me process it all, accept it, and transform it into something I can share. Through art, I’ve learned to embrace duality: day and night, heat and cold, blood and bright colors. It all coexists—just like in life.

For me, art is freedom: the freedom to be who you truly are, without fear or judgment. Each painting reflects that acceptance of my truest self. Depending on how it’s viewed, my work can evoke either joy or terror, reflecting the viewer’s inner world. My hope is that, when people see my work, they can explore their own complexity—and maybe find a bit of acceptance within themselves too.